En muchas oportunidades, los domingos son esos días en los cuales me pongo reflexiva; medito acerca de lo sucedido, de lo que sucederá; de mis secretos mejores guardados; de mis mentiras más piadosas; de mis mentiras más mentirosas.....
Inclusive, miro a mi derecha y está él, esa persona tan especial que me ama a pesar de mis inexactitudes y demencias. Un ser que me hace sentir especial, única y maravillosa. A pesar de todo, lo observo y sigo meditando....
Y ni hablar un día como hoy... un día de lluvia, un día que acepta grises en la vida, en el cielo y en el aire. Entonces considero que la vida es paradójica en conjunto con el mundo el cual habito. Muchas veces, en las relaciones humanas no se aceptan gradaciones o tonos; se limita a un único color, el cual muchas veces pensamos que no se desgasta....que ilusos.
Esta mañana, como la mayoria de las mañanas, me levanté temprano con la vetusta idea de aprovechar al máximo el día (digo vetusta porque la gente adulta suele decir y hacer eso) y me encontré con un cielo que se adecuaba a esos domingos tan especiales y absortos.
Como loca melómana que soy, decidi musicalizar mi mañana plomiza con THE CLIENTELE
" Las bicicletas se han desplazado a través de
estas hojas todavía mojado por la lluvia
Agosto ahora se ha desvanecido
en el silencio de la lluvia
Recuerdo que un domingo,
montar en la puerta a través
Tres globos en un cielo blanco,
1978
La la la .....
Parques infantiles donde pasamos nuestros días
Vuelva dentro de nuestros sueños
¿Qué pasa, que no depende de mí
He estado conduciendo en mi coche
El domingo en la lluvia
Y mi vida se le escapa tan lejos "
Implicitamente, la letra describe esa sensación...
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